Unos sensores mal instalados causaron la caída del cohete ruso Protón

19.07.2013 05:09

Unos sensores de velocidad angular mal
instalados causaron la caída del cohete ruso
Protón que se estrelló el pasado día 2 en el
cosmódromo de Baikonur (Kazjistán), informó
hoy el subdirector de la agencia espacial rusa
(Roscomos), Alexandr Lopatin.
"En el Centro Jrúnichev (fabricante de los
Protón) los sensores fueron instalados de
manera inadecuada", dijo Lopatin, jefe de la
comisión estatal investigadora del accidente,
citado por la agencia oficial rusa.
Precisó que los seis sensores de velocidad
angular con los que se dotan los cohetes de
este tipo estaban en perfecto estado, como
quedó reflejado en la serie de pruebas a los
que fueron sometidos.
"En el segundo 12 de vuelo el sistema de
mando generó una señal de que se había
superado los ángulos máximos de vuelo", dijo
Lopatin.
Explicó que los datos de telemetría y los
experimentos realizados por los expertos de
la investigación mostraron que algunos de los
sensores habían sido puestos en una posición
de 180 grados respecto de la correcta, es
decir, al revés.
Al mismo tiempo, el número dos de
Roscomos indicó que el montaje de dichos
instrumentos en el casco del cohete es
"extremadamente complejo e incómodo".
"Sabemos quiénes los instalaron y quiénes
supervisaron. Pero no quisiera hacer públicos
su nombres. Aún hay que investigar",
subrayó.
El cohete Proton, el cohete que debía poner
en órbita tres satélites Glonass-M para el
sistema de posicionamiento ruso GLONASS
(análogo al GPS estadounidense), se desvió
de su trayectoria vertical, se estrelló contra
el suelo y causó una gigantesca explosión.
El aparatoso accidente, que causó pérdidas
valoradas en un primer momento en más de
200 millones de dólares, no dejo víctimas.
Actualmente, una comisión ruso-kazaja
evalúa los daños causado al medioambiente
y se espera que el próximo día 26 emita las
conclusiones de sus estudios.