Ser millonario con un juego de azar: ¿Se puede lograr con el poder de la mente?

12.07.2013 15:49

Las posibilidad de acertar a los números de
la Loteria, Loto, Kino, o cualquier juego de
azar, es de una en millones, según los
cálculos matemáticos y las probabilidades
que éstos nos ofrecen.
Hasta la fecha, el premio mayor de la
lotería europea, por ejemplo, y que se
juega en Francia, España, Portugal, Reino
Unido, Luxemburgo, Irlanda, Suiza, Austria
y Bélgica, ha sido de 115,4 millones de
euros (183 millones de dólares), ganados
por la irlandesa Dolores McNamara.
Sin embargo, esta cantidad supone menos
de la mitad del record mundial, que está
en 298 millones de euros (472,7 millones
de dólares), entregados por una Lotería de
EE.UU. En Chile, hemos visto también cómo
se han entregado premios de 5 mil millones
de pesos y la locura que se desata cada vez
que hay un sorteo millonario.
PESIMISTAS Y OPTIMISTAS.
"Nunca me ha tocado nada", "he
malgastado durante años mi dinero jugando
a las loterías", "nadie de mi familia ha
ganado nunca un premio importante",
"siempre le toca al de al lado". Estas
frases, tan propias de los pesimistas en lo
que a los juegos de azar se refiere, suenan
cerca de nuestros oídos a diario.
"Es difícil pero nunca imposible", "puede
que no acierte, pero ¿y si ocurre lo
contrario?", "voy a comprar ese número
acabado en ocho porque tengo el
presentimiento de que el "gordo" va a ir
por ahí". Los optimistas, en cambio,
siempre tienen una actitud abierta y
positiva ante los números de la suerte y, en
consecuencia, las posibilidades de hacerse
con el premio serán mayores.
DESEO Y DUDA.
Michael Losier, experto en Neurolinguistica
y entrenador de empresarios dice en su
libro "La ley de la
atracción" (Barcelona, 2008) que "si
albergas un deseo y una duda intensa, tu
deseo llegará despacio, si es que llega".
Aplicado a la lotería, el experto relaciona
la capacidad de deseo del sujeto con la
duda.
La fuente más común de una vibración tan
negativa como es la duda son las creencias
limitadas, o pensamientos repetitivos que
no asaltan una y otra vez. "Nunca ganaré a
la lotería porque, aunque juego, no creo en
ella", sería un ejemplo práctico de estas
creencias.
A la hora de decidirse por un número por el
que apostar, hay gentes que se rigen por la
cabalística o la numerología, un
pseudociencia que estudia el valor
cualitativo del número aplicado al ser
humano y su entorno. Esa creencia está en
la base de la demanda de números
lotería terminados el 000, el 999 o el 444,
por ejemplo.
También hay expertos en numerología que
han utilizado sus conocimientos de
"cadencias de premios" para "reventar
casinos", pero ello supone no confiar
estrictamente en el azar y
aproximarse peligrosamente a los límites
de la ley.