“La supremacía” Snowden y la inesperada consecuencia en América Latina

14.09.2013 00:02

Como siempre, la realidad supera a la
ficción, en este caso Los infiltrados (The
departed), dirigida por Martin Scorsese en
2006 y protagonizada por Leonardo
DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson.
La intriga diplomática desatada por la caso
Snowden, el joven contratista que
desarrollaba trabajos para la poderosa
agencia de inteligencia electrónica NSA de
los EEUU, y su posterior fuga a China y
luego a Rusia, requiere de algunas
consideraciones generales y finalmente una
reflexión sobre su impacto en nuestra región
latinoamericana.
- La hoy popular y masiva Internet era la
“Intranet ” del Departamento de Defensa
de los EEUU hasta fines de la Guerra Fría .
-El servicio de GPS que usan millones de
personas en sus autos, celulares, tabletas y
botes es provisto por 12 satélites militares
americanos.
- El cyberespacio es un campo de batalla más
como lo han sido y son la tierra, el aire, el
agua y el espacio. Por lo tanto, es un error o
una simplificación confundirlo con algo
meramente civil, social y/o comercial.
- Los EEUU hacen lo mismo que todo Estado,
o sea inteligencia, contrainteligencia y
desinformación. Pero con infinitas más
capacidades y siendo la tierra de origen de la
misma internet y de empresas como Google,
Apple, Microsoft, Twitter, Facebook,
Ikype, IBM , etcétera. Además esta
superpotencia representa hoy el 25 % del
PBI mundial y el 47 % del gasto militar
mundial. Una agencia como la NSA , la mejor
financiada de las 14 de inteligencia que
conduce Washington , tiene un presupuesto
equivalente a todos los gastos de defensa de
una potencia europea. En otras palabras,
más que una cuestión de voluntad se trata de
una contundente capacidad. Si los otros
Estados no espían más y mejor no es por
superioridad moral, prudencia o bondad,
sino por contar con menos recursos.
- La inteligencia de las comunicaciones está y
estará presente en la política internacional.
El “telegrama Zimmermann” de 1917 que
los servicios británicos interceptaron (y
“retocaron” para poner más nerviosos a los
EEUU e inducirlos a entrar en la guerra)
entre el embajador alemán en México y
Berlín, la capacidad que la Marina
americana tuvo para descifrar las
comunicaciones japonesas en 1942 y con ello
lograr la contundente victoria naval en
Midway , y la apropiación por parte del
Reino Unido del “código enigma” de las
fuerzas alemanas son algunos ejemplos en
este sentido.
- En la era de enemigos “sin código postal”
como el terrorismo fundamentalista, los
traficantes de tecnología sensible, el
narcotráfico, etcétera, el espionaje y la
inteligencia de las de comunicaciones pasa a
ser más y más “interméstico ” (la
combinación de lo internacional y lo
doméstico) por necesidad. Generando
naturales tensiones con el cuerpo legal de
derechos y garantías de los países libres.
- Muchos de los que critican a EEUU son
gobiernos y regímenes que hacen
inteligencia interna sistemática masiva.
Dado que por ser países no democráticos o
“democráticos” pero sin instituciones
republicanas, lo hacen con amplios márgenes
de maniobra.
- Cuba entendió que recibir a Snowden
era una linea roja . El caso de este desertor
pudo haber llegado a ser mal calibrado por
los bolivarianos y aliados regionales, lo cual
finalmente no sucedió dado que tanto por la
negativa cubana como por los problemas para
salir de Rusia, los ofrecimientos de asilo de
Venezuela y otros no se concretaron.
- Los EEUU ven a los gobiernos
bolivarianos como molestias y no como
amenazas, más aún cuando Venezuela es
el cuarto proveedor mundial de petróleo
a la economía americana (1 millón de
barriles diarios a más de 100 dólares cada
uno) y con 14 mil gasolineras y dos grandes
refinerías en el territorio de la superpotencia.
El involucrarse en este caso de espionaje
habría sacado a Caracas y sus aliados de
este listado de molestias y regímenes
pintorescos, para colocarlos en amenazas de
la seguridad nacional, situación que Chávez
siempre evitó más allá de la dureza e ingenio
de su retórica.
- El material robado por Snowden y dado a
conocer en la prensa internacional muestra
cómo en lo que respecta a América Latina
el foco de atención de la NSA fueron países
de muy buenas relaciones políticas y
económicas con Washington, tal es el caso de
México, Colombia y Brasil . Lo determinante
fue su peso político y económico, más que la
rudeza de las palabras y gestos. En tanto que
los contestatarios bolivarianos ocupaban
puestos más lejanos. En el caso de Brasilia ,
el gobierno de Rousseff ha marcado una
postura firme pero prudente vis a vis a la
Casa Blanca. Asimismo, y hábilmente, la
diplomacia brasileña ha comenzado a
articular un discurso en donde se mezcla la
ofensa y el pedido de explicaciones por parte
de la administración Obama con el histórico
interés estratégico de contar con el visto
bueno de los EEUU para sumarse como
miembro permanente y con poder de veto al
Consejo de Seguridad Nacional de las
Naciones Unidas.
- En el 2004, Lula llevó a cabo una fuerte
ofensiva para, junto a India, Japón y
Alemania , lograr este objetivo. En ese
entonces, el gobierno de George W. Bush
dio a entender que sólo vería con buenos
ojos sumar a Japón e India. Los vetos
cruzados de China contra Japón y contra
India así como de varios países europeos con
Alemania dejaron el debate congelado. En lo
que hacía a nuestra región, países como
México, Argentina y Colombia dejaban en
claro que no darían el visto bueno a esta
aspiración de Brasilia.
- Por esa vueltas del destino, el caso
Snowden, que tiene a nuestra región
latinoamericana como un escenario marginal,
podría revitalizar y descongelar en cierta
medida esta aspiración brasileña no
correspondida durante todo este tiempo por
los EEUU. La presencia de regímenes
bolivarianos no amistosos así como una
relación más que deteriorada con la
Argentina juegan a favor de Brasil.