La misteriosa civilización perdida descubierta en Honduras

05.03.2015 17:00

Después de diez días perdidos en lo más
profundo de la jungla en Honduras, un
grupo de científicos regresó con la noticia
del descubrimiento de un tesoro: una
misteriosa ciudad precolombina perdida.
El hallazgo fue publicado esta semana en
NationalGeographic.com.
Y aunque no es poca cosa encontrarse en la
región de Mosquitia con una ciudadela que ha
permanecido intacta al menos durante 600
años, no resolvieron el gran misterio
arqueológico de Centroamérica: no hallaron
las legendarias Ciudad Blanca o del Mono
Dios.
"Para mí Ciudad Blanca no es un lugar, es la
idea de selva prístina que existe allí", le dice
a BBC Mundo Chris Fisher, arqueólogo que
participó en la expedición.
"El valor de Ciudad Blanca es que le muestra
a los hondureños que hay grandes partes de
su país que son básicamente jungla virgen, un
laboratorio viviente que tal vez podamos
poner en el centro de atención para ayudar a
preservarlo", agrega.
"Encontramos una ciudad perdida y sabemos
que hay muchas otras en la región. Una zona
que no ha sido tocada por personas durante
muchos siglos es de por sí un tesoro
ecológico". Se encontraron, entre otros artefactos,
vasijas talladas con detalle y decoradas
con serpientes y otras figuras. Foto:
cortesía National Geographic.
En National Geographic
Las ruinas fueron identificadas primero
en mayo de 2012 durante una expedición
aérea sobre un valle remoto en La
Mosquitia, una vasta región de pantanos,
ríos y montañas que contiene algunos de
los últimos sitios del planeta que no han
sido explorados científicamente.
La parte superior de 52 artefactos se
asomaba desde la tierra. Muchos otros se
encuentran, evidentemente, bajo tierra,
junto a posibles sitios funerarios. Entre
ellos hay asientos de piedra ceremoniales
(llamados metates) y vasijas talladas con
sumo detalle y decoradas con serpientes,
figuras zoomórficas y buitres.
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Fisher, de la Universidad Estatal de Colorado,
Estados Unidos, explica que encontraron "los
restos de una ciudad precolombina con
numerosos montículos, plazas, formas
piramidales y otras características".
En el lugar, hay también lo que los
expedicionarios ven como una especie de
sitio ceremonial en el que registraron unos 50
artefactos que creen que llevan enterrados
unos 400 o 600 años.
"También nos encontramos con lo que
pensamos es un paisaje completamente
modificado por el ser humano hasta el punto
que cuando estaba habitado debió parecerse
más a un jardín inglés que a la selva que es
hoy", añade.
Oscar Neil Cruz, el arqueólogo local que
acompañó la expedición, cree que por el tipo
de artefactos encontrados, el sitio debió
haber sido ocupado al menos entre el año
1.000 antes de Cristo y el 800 a.C.Lugar secreto
Al lugar, por supuesto, no llegaron por
casualidad. Lo iban buscando por las pistas
conseguidas en 2012 en una exploración
aérea financiada por los cineastas Bill
Benenson y Steve Elkins.
Lo que hicieron fue emplear unos aviones
provistos con equipos para hacer un mapeado
tridimensional de la superficie.
En Honduras, dicen los investigadores,
todavía quedan muchas ciudades sin
descubrir.
Y la conclusión a la que llegaron fue que se
trataba de un área selvática intacta con
evidencias de construcciones humanas.
Benenson le explicó a BBC Mundo que
prefieren no revelar el lugar del hallazgo para
evitar que el lugar sea saqueado.
Lo que sí reveló es que se trata de un sitio
tan remoto que "sólo hay una manera de
entrar y salir, y es por helicóptero".
No hay carreteras, no hay infraestructura de
ningún tipo, nadie vive allí, no hay
asentamientos humanos tampoco. Es una
verdadera jungla salvaje.
Benenson cuenta que el equipo contó con la
ayuda de tres exmilitares británicos que, para
que pudieran aterrizar los helicópteros, se
descolgaron y limpiaron la maleza.
Los exmiembros de las fuerzas especiales
también ayudaron a instalar un campamento
base a unos pocos kilómetros del enclave
arqueológico. Y también se encargaron de
despejar la densa selva con machetes.
¿Quiénes eran?
Si la ubicación permanece en secreto, es un
misterio también quiénes eran los habitantes
de esa ciudadela.
"No sabemos demasiado de ellos, sobre todo
en comparación con los Mayas que debieron
estar entre sus vecinos", le dice Fisher a BBC
Mundo.
"Sabemos que eran socialmente complejos,
que tenían recursos y habilidades para
modificar el entorno, para conseguir
estabilidad y producir comida. Sabemos que
estaban conectados íntimamente con sus
vecinos", agrega.
¿Por qué desaparecieron? Tampoco se sabe.
De momento, los arqueólogos no se ponen de
acuerdo, pudo haber sido porque agotaron los
recursos del lugar o porque llegaron europeos
con enfermedades.
Es tan poco lo que se sabe, que ahora mismo
es una civilización perdida que ni siquiera
tiene nombre.