La deforestación se dispara en "el pulmón del mundo"
Las alarmas sobre la Amazonía han
vuelto a sonar en Brasil: la
deforestación de esa zona
considerada el "pulmón del mundo"
aumentó 28% en 12 meses, tras años
de caída de la destrucción de la selva.
La cifra de 5.843 kilómetros cuadrados
de Amazonía deforestados entre agosto
de 2012 y julio de este año fue divulgada
este jueves por la ministra brasileña de
medio ambiente, Izabella Teixeira.
Se trata de un aumento superior al que
esperaba el propio gobierno, que el año
pasado anunció el menor nivel de
deforestación desde que comenzó a
medir esa actividad en 1988.
La noticia vuelve a colocar al país
sudamericano en una posición difícil
desde el punto de vista ambiental frente
a los ojos del mundo, sostienen expertos.
"Brasil estaba con una imagen
internacional muy positiva de un país
que estaba consiguiendo derrotar la
deforestación y aumentar la producción
de granos, carne, etcétera", dijo Paulo
Adario, estratega principal de
Greenpeace especializado en la
Amazonía.
"Y esa imagen queda muy arañada
ahora", agregó en diálogo con BBC
Mundo.
Reunión de urgencia
Teixeira niega que el aumento de la
deforestación se deba a una baja en los
recursos para fiscalizar la zona o a la
aprobación del Código Forestal.
La ministra Teixeira señaló la
responsabilidad de algunos estados por
la falta de controles para evitar la
deforestación amazónica.
"El gobierno de Brasil no tolerará y
considera inaceptable cualquier aumento
de la deforestación ilegal", sostuvo y
anunció una reunión de urgencia con
responsables estatales para la semana
próxima.
De acuerdo a los datos divulgados, que
aún son provisorios, estados donde la
actividad agropecuaria es fuerte, como
Mato Grosso (52% más de
deforestación) o Pará (37%), están a la
cabeza del fenómeno.
La ministra negó que la disparada de la
deforestación pueda vincularse a una
baja en los recursos para fiscalizar la
zona o a la aprobación del Código
Forestal, una polémica ley que regula las
áreas protegidas en todo el país.
"Connivente"
Sin embargo, algunos ambientalistas
opinan diferente al gobierno.
"El Código Forestal da una amnistía al
que deforestó, y quien recibe una
amnistía una vez, va a deforestar de
nuevo", sostuvo Adario.
La ley fue aprobada tras un pulso
importante entre el gobierno de Dilma
Rousseff y la poderosa bancada de
diputados "ruralistas", que defienden los
intereses del sector agropecuario.
"El gobierno brasileño fue connivente
con el lobby de la bancada ruralista en el
Congreso y ha hecho una clara opción
por un desarrollo que está muy ligado a
la expansión del agro negocio en Brasil",
sostuvo Adario.
El gobierno brasileño prometió en 2011 que
comenzaría a utilizar tecnología satelital
para detectar la tala ilegal de árboles.
"Quien duerme con el lobby rural, se
despierta con deforestación", continuó.
El diputado Sarney Filho, líder del
Partido Verde e hijo del expresidente
brasileño José Sarney, también atribuyó
la mayor deforestación a los cambios
legales aprobados.
"Yo bien que previne que la aprobación
del Código Forestal como se dio
(emitiría) una señal verde para que
ampliásemos la deforestación y fue eso
lo que ocurrió", dijo en declaraciones al
diario O Globo.
Aunque sorprende por el aumento de
ritmo, el área amazónica deforestada el
último año es menor a los 6.481
kilómetros cuadrados registrados en
2011.
La tendencia a la reducción sostenida del
nivel de deforestación en la Amazonía
había comenzado en 2008, cuando se
perdieron casi 12.911 kilómetros
cuadrados.
El año pasado, cuando Brasil anunció
que el área amazónica deforestada había
caído al mínimo histórico de 4.571
kilómetros cuadrados, el gobierno
prometió que comenzaría a utilizar
tecnología satelital para detectar la tala
ilegal de árboles.
Pese al repentino salto de la
deforestación, las autoridades afirman
que en los últimos meses intensificaron
los controles de inteligencia para
detectar organizaciones criminales en la
zona y crecieron las sanciones
económicas por la tala ilegal de selva