Insectos, una alternativa a la carne y el pescado con grandes beneficios nutricionales
27.10.2015 14:30
Pero los expertos aseguran que los
insectos son una alternativa a la carne y
el pescado con grandes beneficios
nutricionales. Contienen múltiples
vitaminas, minerales y ácidos grasos
insaturados. Y mientras las proteínas de
un filete de ternera suponen un 50 % de
su peso, en el caso de una ración de
grillos la proporción se eleva al 65 % ,
según John Coupland, profesor de
Ciencias Alimentarias en la Universidad
Estatal de Pensilvania. Además, quienes los
han probado dicen que saben parecido a
las gambas –otros los asocian más al
pollo–.
En algunos países, los saltamontes y los
huevos de hormiga son delicatessen
equiparables al caviar. Buena noticia,
conociendo las inquietantes previsiones
de crecimiento demográfico de la
humanidad, que harán cada vez más
difícil el abastecimiento general. Quizá en
tiempos de nuestros bisnietos o
tataranietos, el plato proteico por
excelencia no sea un chuletón de buey
sino una generosa ración de grillos a la
plancha . El medio ambiente agradecería el
cambio, ya que los insectos producen
muchos menos gases de efecto
invernadero por kilo de carne que las
reses o los cerdos.
Las algas serán otra de las tendencias
nutritivas para los próximos años. Hay
que recordar que entre 1940 y 1970,
para erradicar el hambre y alimentar a la
población en muchos países hizo falta una
revolución verde que a través de
monocultivos, fertilizantes y plaguicidas
quintuplicara la producción agrícola
respecto a las técnicas de labranza
tradicionales. Pues bien, todo apunta a
que el futuro pasa por poner en marcha
una nueva revolución agrícola, esta vez
bajo el mar y basada en las algas.
La mayoría son organismos unicelulares,
muy simples, que crecen muy rápido
incluso en aguas contaminadas. Según
concluían los científicos asistentes al
último encuentro del Instituto de
Tecnología de los Alimentos (IFT),
celebrado en julio de 2015 en Chicago, las
algas serán otra alternativa a la carne
como fuente de proteínas. En concreto,
estos seres capaces de hacer la
fotosíntesis y vivir en un medio acuático
contienen un 63 % de proteínas, un 15 %
de fibras, un 11 % de lípidos, un 4 % de
carbohidratos, un 4 % de micronutrientes
y un 3 % de agua. Ofrecen la ventaja de
que generan pocos residuos y de que hay
espacio submarino suficiente en el
planeta para cultivarlas en las cantidades
que necesitará la población mundial en el
futuro. Además, se digieren con gran
facilidad y son cardiosaludables.