India impone una nueva media para proteger a las mujeres: Prohíbe venta de ácido

19.07.2013 05:34

El Tribunal Supremo ordenó
hoy restringir la venta de ácido en la
India y compensar con el equivalente a
unos 5.000 dólares a las víctimas,
principalmente mujeres , de las decenas
de ataques que cada año se cometen
con este tipo de sustancias en el gigante
asiático.
Una regulación que activistas y víctimas
creen que ayudará a reducir el número
de ataques con ácido, aunque estiman
insuficiente, sobre todo respecto a la
rehabilitación médica de las mujeres,
que suele tener un coste mínimo
estimado en unos 50.000 dólares.
"Es un primer paso que creemos que
reducirá los ataques con ácido, unas
agresiones que les destrozan la vida
para siempre", dijo a Efe Sunit Shukla,
de la ONG Stop Acid Attacks, que ha
lanzado una campaña de sensibilización
sobre este problema.
El nuevo marco legal de la venta de
ácido establece que las tiendas al por
menor que comercialicen estos
productos, como por ejemplo ácido
sulfúrico, deberán tener existencias
limitadas y registrar siempre los datos
relativos a la identidad del cliente.
Los establecimientos deberán notificar a
la comisaría de la zona en un plazo de
tres días los datos de los compradores
de químicos, cuya venta se prohíbe a
menores de 18 años.
De lo contrario, los comercios serán
sancionados con multas de hasta
50.000 rupias (838 dólares).
Los organismos que usen productos
químicos de forma industrial, como
instituciones educativas, hospitales y
laboratorios deberán mantener un
registro del uso de los mismos y
notificarlo a una comisaría.
Además, estas instituciones tendrán que
nombrar a una persona responsable de
la posesión y seguridad del ácido, y
asegurarse que nadie sale de las
instalaciones con productos químicos.
El Supremo también dictaminó que el
Gobierno deberá compensar
obligatoriamente a cada víctima con
300.000 rupias (5.029 dólares), con un
primer pago de 100.000 rupias (1.681
dólares) a realizar en los primeros
quince días.
Las víctimas, sin embargo, creen que
todavía se puede hacer más.
"Estamos contentas con la decisión del
Tribunal Supremo de pagarnos 300.000
rupias, pero eso no va a ser suficiente
para nosotras", afirmó Rupa, una joven
que fue atacada con ácido por su
madrastra en 2008 cuando tenía 14
años.
"Ya he gastado el doble de esa cantidad
en 11 cirugías", dijo la joven, quien
añadió que su familia vendió los
terrenos que poseía para poder pagar
su tratamiento médico.
Según el activista Shukla, el coste del
tratamiento médico y las numerosas
operaciones a las que debe someterse
una mujer atacada con ácido asciende a
un mínimo de entre 3 millones y 3,5
millones de rupias (50.029 dólares).
"La justicia es incompleta si solo
mandan al atacante a la cárcel. El
Gobierno debería hacerse cargo de
todos los gastos médicos de las
víctimas", aseveró.
El Tribunal Supremo anunció que en
cuatro meses retomará la cuestión de
las compensaciones, pero el activista
dijo que la semana que viene
presentarán una nueva demanda ante
esta corte para que mejore la asistencia
a las víctimas.
"Les ruego que se encarguen del
tratamiento médico. El Gobierno dice
que se hará cargo, pero solo lo dice, no
lo hace", aseguró a Efe Laxmi, una
joven que fue atacada con ácido
cuando tenía 14 años en 2005 por un
pretendiente frustrado.
Laxmi es precisamente la persona que
interpuso la demanda judicial ante el
Tribunal Supremo para cambiar la
legislación y evitar que otras mujeres
sufriesen la misma suerte.
La joven inició un rosario de
operaciones tras el ataque -de ojos,
orejas, cara, manos, nariz- que todavía
no ve final y en el que su familia ha
invertido ya más de un millón de rupias
(16.600 dólares) sin recibir ningún tipo
de asistencia.
La orden del Tribunal Supremo se emitió
dos días después de que el Ejecutivo, a
instancia judicial, presentara una serie
de propuestas al respecto, con el
objetivo de atajar el creciente número
de ataques con ácido que se registran
en el territorio.
El ácido es muy accesible en la India,
donde el litro cuesta en torno a 30
rupias (medio dólar) y es utilizado
generalmente para limpiar retretes o
tuberías.