India condenó a muerte a cuatro culpables de violación y asesinato en grupo
El crimen terminó con la muerte de una
estudiante de 23 años. Uno de los
autores se suicidó, un menor fue
condenado a tres años y los restantes
serán ejecutados. "Estamos felices" , dijo
el padre de la joven Mukesh Singh, Vinay Sharma, Akshay
Thakur y Pawan Gupta fueron
condenados a la pena capital por los 13
cargos de los que habían sido declarados
culpables hace tres días, entre
ellos secuestro, violación, ofensas
antinaturales y asesinato.
Un quinto implicado, menor de edad, ya
había sido condenado a tres años de
reclusión en un correccional, en una
decisión que causó indignación a la
familia de la víctima y a grupos
sociales, que reclamaron que se lo juzgara
como adulto y fuese condenado a muerte.
Un sexto acusado, mayor de edad, se
suicidó en la cárcel, según la versión
oficial.
El juez Yogesh Khanna dijo que se trataba
de un caso "muy poco común dentro de
una categoría poco común", lo cual
justifica la condena a muerte.
"En estos tiempos en que los crímenes
contra las mujeres aumentan, el tribunal
no puede hacer la vista gorda ante este
acto espantoso", aseguró.
El padre de la joven ultrajada se mostró
satisfecho por la sentencia. "Estamos
felices. La Justicia se pronunció",
declaró a la prensa.
La víctima, una estudiante de fisioterapia
de 23 años, regresaba de ver una película
en un cine, el pasado 16 de diciembre, con
un amigo, cuando subieron a un autobús
en el que ella fue violada y torturada
por los seis hombres en Nueva Delhi.
La joven murió 13 días después en un
hospital de Singapur.
El ataque desató una ola de protestas
multitudinarias en el gigante asiático y dio
pie a un profundo debate sobre la violencia
que padecen las mujeres en el país.
Ante la magnitud de las protestas, el
Gobierno se vio forzado a modificar la
legislación y a endurecer las penas contra
los delitos sexuales y crear cortes de vía
rápida para los casos de violaciones, entre
otras medias.
Los manifestantes acusaron a la Policía de
inacción en los casos de violación y a los
tribunales de no condenar a los
violadores.
Desde el caso de hace nueve meses, la
India vive en un estado de psicosis por
las continuas acusaciones de agresiones
sexuales que han acaparado las portadas
de la prensa local e internacional.