HACE 10 AÑOS QUE SE NOS FUE LA CELIA CRUZ

19.07.2013 03:53

La poderosa voz que inmortalizó el
inconfundible grito de "¡Azúcar!", símbolo de
la salsa cubana, calló para siempre hace diez
años, dejando huérfano al género musical de
una de sus mayores artistas, la inimitable
Celia Cruz.
Conocida como "La Reina de la Salsa", Cruz
hizo bailar al mundo con sus vestidos de
colores alegres, el dinámico contoneo de
caderas característico de la música latina, y
pegadizos temas que en parte versionó,
desde el mambo de Tito Puente "Oye cómo
va" a la canción popular cubana
"Guantanamera".
Nacida Úrsula Hilaria Celia de la Caridad
Cruz Alfonso, en su trayectoria obtuvo siete
premios Grammy y una estrella en el Paseo
de la Fama de Hollywood, en 1987, a lo largo
de una carrera en la que también
internacionalizó melodías propias, como "La
negra tiene tumbao", "Quimbara" o "La vida
es un carnaval".
Celia Cruz jamás reveló en vida su edad real
ante los medios, por lo que son muchos los
que divergen al fechar su nacimiento en
1920, 1924 o 1925; años que precedieron a
una infancia en La Habana con sus padres,
hermanos y primos, quienes conformaban una
familia cuyas raíces descansaban en
antepasados afrocubanos.
En una entrevista a The New York Times, la
cantante confesó que su intención inicial era
ser "madre, profesora y ama de casa",
aunque descartó este método de vida en
1950, cuando se convirtió en la líder del
grupo La Sonora Matancera y dio comienzo
oficial a su carrera en el mundo de la
música.
Diez años después, el grupo al completo
abandonó Cuba, tras el ascenso al poder de
Fidel Castro, y en 1962 Cruz se casó con uno
de los trompetistas de la banda Pedro Knight,
iniciando un matrimonio que duró 41 años,
hasta la muerte de la célebre cantante.
Una anécdota recurrente, recogida en sitios
web y en libros infantiles sobre la vida de
Celia Cruz, narra un día en el que la artista
tomaba café en un restaurante y el camarero
le preguntó si quería azúcar: "¿Azúcar?
¿Cómo puede preguntarme eso? ¡Soy cubana!
Sí, ¡con azúcar!", en un particular arrebato
que sentaría las bases de su grito más
famoso.
Otro de los iconos referentes que Celia Cruz
popularizó fueron sus zapatos, de tacón
invertido, de los que tenía más de 60 pares
creados exclusivamente para ella, y que con
el tiempo su fama ha propiciado que los
rescaten personalidades como Lady Gaga.
La Sonora Matancera, ya asentada en Estados
Unidos, se mantuvo durante quince años
hasta su disolución en 1965, fecha en la que
Celia asumió su carrera como solista y su
marido desempeñó el papel de representante,
como nuevo paso en una trayectoria que
contaría con más de 70 discos grabados.
El séptimo arte ha incluido en más de 30
películas alguna canción de Celia Cruz, en
cintas de temática musical, hispanoamericana
o sobre mafias latinas, como "Los reyes del
mambo tocan canciones de amor", "Atrapado
por su pasado", "Amores perros", "Sangre y
vino" o "Blue in the face".
Tras 50 años ininterrumpidos de trabajo
musical, truncados en 2003 con su muerte y
entierro en el Bronx, los homenajes y gestos
de recuerdo a la cantante se multiplicaron,
en especial en Estados Unidos, que renombró
una calle de Miami en su honor y levantó una
placa con su nombre entre las banderas
estadounidense y cubana del Ayuntamiento
de Union City, en Nueva Jersey.
Además, "La Guarachera del mundo" fue
protagonista en 2011 de la tirada
conmemorativa de sellos estadounidenses
"Leyendas de la Música Cubana", junto a Tito
Puente, Carmen Miranda, Selena y Carlos
Gardel.
Celia Cruz pasó de cantante a leyenda el 16
de julio de 2003, en una semana negra para
la salsa cubana que también arrebató al
mundo dos días antes las cadencias
musicales de los llorados Tito Duarte y
Compay Segundo.