El temible jefe de las FARC que ya fusiló a 10 de sus hombres
Luego de que un ataque aéreo de las
Fuerzas Armadas a su campamento de La
Ruidosa de Puerto Rico, en el
departamento de Caquetá, lo pusiera al
filo de la muerte, Hernán Darío
Velásquez Saldarriaga, alias "El Paisa"
comenzó una caza de brujas.
El bombardeo le dejó numerosas heridas ,
producidas por las esquirlas que se le
incrustaron en la espalda y en la pierna.
"Se salvó porque se escondió entre
varios troncos de árboles caídos y siete
guerrilleros lo sacaron de allí, muy mal
herido", asegura un oficial citado por El
Tiempo.
Con su recuperación, comenzó el
vendaval para sus subordinados, ya que
"El Paisa" está convencido de que las
fuerzas de seguridad supieron su ubicación
gracias a un soplón.
Las primeras medidas las tomó después de
un encuentro que mantuvo en un
campamento en la zona rural de Doncello.
Allí se juntó con 15 integrantes de su
primer anillo de seguridad : Wilfor
Enrique Trujillo Narváez, alias 'Valencia';
Guillermo Conde Rojas, alias 'Guevara';
José Libardo Valencia Dussán, alias
'Caballo'; y Yon Fredy Martínez Reina, alias
'Brayan', eran los más destacados. Los
cuatro, hombres que durante muchos años
habían sido de su máxima confianza.
"Aquí hay un infiltrado o unos
infiltrados. Cómo es posible que nos
ataquen de esa manera, que los
enemigos supieran en dónde estábamos,
si sólo lo sabíamos unas pocas personas.
Yo no lo voy a tolerar más y si me toca
salir de unos cuantos de ustedes, lo hago.
Nos salvamos de 'arepa', como decimos en
Antioquia. Pero voy a tomar correctivos
drásticos, y ustedes saben que a mí no me
tiembla la mano para tomar decisiones",
les advirtió durante el encuentro, según
supo el periódico colombiano.
Días más tarde, le inició un juicio
revolucionario al "Huevo" , uno de los
responsables de su seguridad. Tras
acusarlo de entregar información al
enemigo para cobrar una recompensa,
ordenó que lo ataran a un árbol y que lo
fusilaran.
Con otras de las personas de quienes
sospechaba optó por un método más
sutil para deshacerse de ellas: enviarlas a
realizar operaciones casi suicidas , como
atentados contra las fuerzas de seguridad
en áreas en las que estarían
marcadamente desprotegidas y serían un
blanco fácil.
"Por interceptaciones telefónicas sabemos
que por miedo a que lo entreguen está
asesinando a varios de sus hombres.
Cuando está con ellos, les quita los
teléfonos celulares y los revisa para ver si
tienen un chip o un dispositivo de rastreo.
Antes de salir de los campamentos, cada
guerrillero debe mostrar lo que carga en el
morral y desocupar los bolsillos de sus
uniformes", cuenta un investigador de la
Dirección de Inteligencia de la Policía
(Dipol) , consultado por El Tiempo.
"Vive en un estado de paranoia, porque
cree que lo van a matar como ocurrió con
Iván Ríos, jefe del secretariado, asesinado
por alias 'Rojas', su jefe de seguridad, para
cobrar la recompensa", agrega.
Pero el despiadado trato que dispensa a
sus subordinados es previo al ataque que
casi lo mata. Desde mayo de 2009 hay
registros de que mandó a fusilar a un
grupo de guerrilleros de su columna por
no haber secuestrado a quienes les había
ordenado.
"Muchos guerrilleros están desertando de
la Teófilo Forero, ya que tienen miedo de
que los mande a fusilar o desaparecer. Se
moviliza con pocos hombres, y les hace
probar su comida, porque cree que lo
pueden envenenar", cuenta el oficial de la
Dipol.

