El sexo se inventó donde menos imaginas

07.03.2015 15:06

- Puede que no se trate del concepto
abstracto de “hacer el amor”, tal como lo conocemos en la
actualidad, pero hace unos 385 millones de años, unos
peces blindados llamados placodermos (los vertebrados
con mandíbula más primitivos y antiguos ancestros
nuestros) fueron los primeros seres que desarrollaron la
habilidad para copular, sostienen científicos australianos.
El responsable: un pez llamado “ Microbrachius dicki”, el
primer animal conocido en dejar de reproducirse por
desove para, en lugar de ello, aparearse por medio de
relaciones sexuales. “Hemos definido el punto de
evolución en que se inició el origen de la fertilización
interna en todos los animales”, dijo el profesor John Long,
de la Universidad de Flinders en Australia, quien además
es el autor principal del estudio.
Mientras tanto, el fósil en el que está basado el
descubrimiento es el órgano sexual más primitivo conocido
de los vertebrados encontrados alguna vez, convirtiéndose
así en la evidencia del primer uso que se conoce de la
fertilización interna y la cópula como estrategia
reproductiva.
De acuerdo con los especialistas, las extremidades
genitales óseas en forma de “L” llamadas “claspers” se
trataban de una especie de pene, mientras que las
hembras desarrollaron pequeños huesos pareados para
bloquear el órgano masculino durante el apareamiento.
El primitivo pez óseo, medía alrededor de 8 centímetros de
largo, y vivía en lagos antiguos en lo que hoy es Escocia,
así como en algunas partes de Estonia y China. Long cree
que los peces probablemente copulaban lateralmente,
sujetándose con sus huesudos brazos articulados como si se
tratara de un baile. Esto permitía a los machos maniobrar
sus órganos genitales en la posición correcta para el
apareamiento.
“Microbrachius significa ‘pequeños brazos’, pero los
científicos han estado desconcertados durante siglos sobre
el motivo de por qué estaban allí esos brazos huesudos
pareados. Hemos resuelto este gran misterio: estaban allí
para el apareamiento, para que el macho pudiera
posicionar su clasper en el área genital de la hembra”,
agregó Long. Por otra parte, este descubrimiento
representa la primera vez en la historia evolutiva que los
machos y las hembras mostraron claras diferencias en su
apariencia física. “Hasta este momento de la evolución, los
esqueletos de los vertebrados con mandíbula no podían
distinguirse porque machos y hembras tenían las mismas
estructuras”, agregó Brian Choo, coautor del artículo.
Cubiertos con placas óseas gruesas que les cubrían la
cabeza y el tronco, los placodermos gobernabron los
océanos, ríos y lagos del mundo durante,
aproximadamente, 70 millones de años. Sin embargo,
desaparecieron de manera tajante hace alrededor de 360
​​millones de años en una extinción en masa misteriosa.
Durante décadas, fueron consideradas por muchos
paleontólogos como una curiosidad; una rama evolutiva
fallida. Sin embargo, gracias al trabajo de Long y otros
especialistas parecieron ser mucho más importante. Ahora
se sabe que el sexo con penetración apareció hace 385
millones de años en los lagos de Escocia entre estos peces
que lo hacían “de lado”.