El multimillonario negocio de la compra de futbolistas sudamericanos en China

20.02.2015 15:58

La liga Nacional de fútbol china –la
Chinese Super League– se ha convertido
en una de las que más paga en todo el
mundo.
Con ese potencial financiero están
importando jugadores brasileños, argentinos
y de otras partes de Sudamérica.
Un argentino que militaba en el Fluminense,
Darío Conca, acaba de ser vendido al
Shanghai Dongya. El goleador de la selección
de Brasil Diego Tardelli y una de las grandes
promesas del futbol carioca, Ricardo Goulart,
fueron transferidos por US$8 y 18 millones
respectivamente.
En 2013 el fútbol chino había invertido US$28
millones. El año pasado triplicó esa cifra con
más de US$100 millones en la importación de
jugadores.
En este mercado cada vez más activo hay una
clara inclinación por los jugadores de la
región.
Un tercio de los 74 jugadores extranjeros de
los 16 clubes de primera división china son de
Brasil, seguidos por un fuerte contingente
argentino.
Según Ivan Vargas, del portal especializado
fichajes.com, esta búsqueda de jugadores
latinoamericanos se intensificará.
"La prioridad que tiene China es mejorar la
calidad competitiva de su liga, así que van a
seguir gastando. Como el nivel es muy bajo,
la única manera que tienen de acelerar este
proceso es poniendo sobre la mesa todo su
potencial financiero", indicó a BBC Mundo.
La danza de los millones
El camino tradicional de un jugador
internacional comienza en su país de origen,
pasa a las grandes ligas europeas donde
transcurre la mayor parte de su carrera y
termina sus últimas temporadas como hijo
pródigo que regresa a su club de origen
(casos de Juan Román Riquelme o Pablo
Aimar) o yendo a alguna de la liga de los
supermillones: Estados Unidos, Arabia
Saudita, Qatar.
Pelé, Thierry Henry y David Beckham
aprovecharon estos supercontratos de la liga
estadounidense para poner un literal broche
de oro a sus carreras.
Pero nadie se engañaba. Eran ligas de menor
competitividad con las que podían extender
por un par de temporadas más sus carreras y
sus cuentas bancarias.
Por eso sorprendieron las recientes
adquisiciones de China.
Lea también: Drogba y Anelka ponen el
fútbol chino en el mapa
Uno de los más importantes equipos de la
liga china, el Shandong Luneng, adquirió a
Diego Tardelli, de 29 años, uno de los
elegidos por el nuevo técnico de la selección
Dunga para cubrir el vacío que tiene Brasil en
el puesto de centro delantero.
Didier Drogba abandonó el Shanghai
Shenhua para fichar por el club turco
Galatasaray.
Igualmente sorprendente fue el pase del
delantero de Cruzeiro, Ricardo Goulart, por
US$18,3 millones al Guangzhou Evergrande.
Con 23 años Goulart es una de las promesas
del fútbol brasileño: su venta a una liga
menor del planeta podría afectar sus chances
de acceder a la selección nacional.
Eduardo Carlezzo, abogado de Sao Paulo,
especializado en pases internacionales,
considera que el dinero está cambiando esta
ecuación.
"Lo que tienen ahora los chinos que los
diferencia de cualquier otro país es el salario.
Puede haber algo parecido en Qatar y los
otros emiratos pero esa ha sido la gran
diferencia en la mente de los jugadores
cuando ven el monto que les ofrecen los
clubes chinos", indicó a BBC Mundo.
El caso del argentino Darío Conca es
paradigmático. En el Fluminense de Brasil
ganaba US$200 mil por mes. En el Shanghai
Dongya ganará US$800 mil.
¿Quién financia a los equipos
chinos?
Muchos de los equipos chinos pertenecen a
poderosos conglomerados estatales.
El Shangdong Luneng, que cuenta en su
plantilla con cuatro brasileños, un argentino y
un paraguayo, pertenece a una importante
compañía de electricidad, el Shangdong
Luneng Group, que tiene al estado chino
como dueño del 51% de sus acciones.
Este músculo financiero no se limita al sector
público o a los confines de China.
El argentino Darío Conca acaba de ser
vendido al Shanghai Dongya.
La empresa de comercio electrónico Alibaba
controla la mitad de las acciones del
Guangzhou Evergrande, el equipo cantonés
que adquirió a Goulart.
El Dalian Wanda Group del multimillonario
Wang Jianlin añadió a sus negocios
inmobiliarios, hoteleros y de juegos la
adquisición del 20% del Atlético de Madrid en
España.
"El futbol como herramienta de negocios ha
pasado a ser un foco de atención para
grandes grupos empresarios chinos", señala
Eduardo Carlezzo.
La ambiciosa expansión urbana nacional
estimula este potencial.
Vea también: El ambicioso plan de
megaurbanización de China.
Hasta las llamadas ciudades fantasma del
país que se construyen de la nada tienen en
su diseño original un estadio de fútbol.
El espectacular estadio del Dalian Shide FC,
para unos 40.000 espectadores, y el del
Hangzhou, para 80.000, se han añadido a las
instalaciones deportivas de los juegos
olímpicos de 2008 como parte del gigantesco
programa urbanizador chino.
El fútbol como política de estado
En 2010 el entonces presidente Hu Jintao
sorprendió a todo el mundo poniéndose a
hablar de fútbol en medio de un discurso que
terminó con la promesa de limpiar un deporte
tan empantanado en escándalos de
corrupción y partidos amañados que casi
nadie se molestaba en ir a la cancha.
En 2012 el ex presidente de la federación
china Nan Yong y otras 10 personas,
incluyendo jugadores y dirigentes, fueron
condenados a prisión por su participación en
coimas y arreglos de partidos.
Esta nueva política gubernamental de fuerte
inversión y condenas penales de gran impacto
mediático ha surtido efecto.
En China se construyen miles de canchas
nuevas.
Los equipos más importantes de la liga china
como el Evergrande y el Gouan tienen hoy un
promedio de 40 mil espectadores por partido.
La liga, marginal a nivel global, comenzó a
atraer a técnicos con trayectoria como el ex
campeón del mundo de Italia en 2006
Marcelo Lippi, el español Marcelo Camacho y
el ex entrenador de Inglaterra, Sven Goran
Eriksson.
Como parte de esta estrategia el Wanda
Project, lanzado en 2012 por el Dalian Wanda
Group, financia a 30 menores chinos para que
vivan y jueguen en clubes como el Atlético
Madrid, el Valencia y el Villareal.
Por su parte el Ministerio de Educación está
construyendo unas 20.000 canchas para
potenciar la práctica del deporte en las
escuelas.
Los límites
A esta voluntad política se le añade un factor
de peso en todo lo que hace China: la masa
crítica que constituye una población de casi
1.400 millones de habitantes.
"El objetivo tanto de la inversión interna
como de su creciente presencia internacional
va por ese lado: acumular conocimiento. Un
país con una densidad poblacional así tiene
un potencial de jugadores y espectadores que
influirá a la larga en la consecución de esos
objetivos", señala a BBC Mundo Iván Vargas.
China se clasificó para la Copa Asiática de
2015 y fue eliminada en cuartos de final.
En un proceso con muchos zigzags
futbolísticos, China se clasificó para la Copa
Asiática de 2015 y por primera vez en 11
años, logró atravesar la primera ronda.
En los cuartos de final fueron eliminados por
Australia 2 a 0.
Pero a pesar de los indudables logros de los
últimos años está claro que queda un largo
camino por recorrer.
"Por el momento la realidad es que la Liga
China está muy por detrás no solo de la
europea sino de la estadounidense y que
corregir eso llevará mucho tiempo. El fichaje
de jugadores como Conca o Tardelli es una
buena noticia, pero no quita que no son
jugadores de primerísimo nivel", dice Iván
Vargas.
"Cuando China pueda atraer a jugadores
como David Luis habrá entonces un cambio.
Pero para eso van a necesitar mejorar el nivel
de su liga para que sea competitiva para
jugadores de esa categoría", opina Vargas.