Conozca al "arquitecto de los cuerpos" de las trabajadoras sexuales

19.07.2013 04:14

Airam Fernández.- En el piso nueve
del Centro Comercial El Valle, hay
un consultorio clandestino con
fachada de peluquería.
El espacio de 15 metros cuadrados
aproximadamente está dividido en
dos: una sala que hace de peluquería
y un diminuto cuarto con camilla,
separado por una puerta corrediza.
Huele a incienso de vainilla. Se
escucha en la radio la voz de un
locutor, pero el "especialista" le baja
el volumen. Es martes, 4 de junio.
Hay una silla negra posada frente a
un espejo y acompañada por un
cepillo y un secador. Al lado, uno de
esos gatos chinos de la fortuna, de
color dorado, de esos que mueven la
pata de adelante hacia atrás, como
un péndulo. En una de las paredes
hay un gran afiche blanco en el que
se lee: "Se prohíbe el uso y
aplicación de sustancias de relleno
(biopolímeros, polímeros y otros
afines) en tratamientos con fines
estéticos" . Un formalismo.
El "quirófano" tiene una camilla
forrada de tela azul, una silla blanca
de plástico, una repisa de madera
vacía y una mesa con inyectadoras y
unos potes de vidrio vacíos
.
El "especialista" hace una breve
introducción. A sus 30 años, ya tiene
12 en el negocio. Dice que hizo varios
cursos y que le gusta mucho su
trabajo. También cuenta que le gusta
maquillarse y maquillar, cantar y
bailar. Es su hobbie. De noche, se
viste de mujer y ofrece shows en
algunos bares de Caracas.
"Si me preguntas por mi
experiencia, puedes darte un paseo
por la Libertador en la noche para
que veas. Todos esos pompis y
piernas son obra mía" . Lo dice
mientras se levanta y señala sus
pómulos y glúteos, inyectados por él
mismo.
Asegura que los casos de muertes
por biopolímeros que ha publicado
la prensa, son por mala praxis. "Pero
bueno, yo ya no inyecto eso, lo que
pongo es algo que se llama
metraquilato". Se refiere al polimetil
metacrilato, un producto químico
utilizado en la industria del
automóvil y en el sector construcción,
y que ahora es aprovechado con fines
estéticos, porque es un plástico de
fácil moldeo. Fue el que le inyectaron
a la cantante Alejandra Guzmán, y
que la puso a padecer complicaciones
y operaciones durante tres años.
Después de examinar a la paciente -
con los pantalones abajo- hace una
serie de recomendaciones y dice que
lo obligatorio es empezar a tomar
antibióticos. Cobra Bs 5.000 por una
única dósis de 500 cc del material
que le traen de España . "Yo no hago
retoques. Así es que se desfigura la
gente".