Chávez se sube a los altares caseros

06.09.2013 16:39

Lejos de desaparecer del imaginario
venezolano, el líder bolivariano Hugo
Chávez es recordado seis meses
después de su muerte en altares
caseros con su imagen convertida en
figura de yeso y por un Gobierno que
ha convertido al fallecido presidente
en “comandante supremo” e
interlocutor de Dios.

El fallecido líder protagoniza oraciones
y el “Chávez nuestro” no solo es el
inicio de varios rezos sino también el
nombre de un concurso convocado por
el Ministerio de Cultura de Venezuela
para premiar el mejor poema, canción
y mural dedicado al llamado por el
Gobierno “comandante supremo y
eterno”.
“Chávez nuestro que estás en los
cielos” es, además, una serie de cortos
animados del canal estatal VTV en la
que se presenta al líder bolivariano
desde un lecho de nubes hablando con
Simón Bolívar, el guerrillero Ernesto
Ché Guevara y otros ídolos de la
izquierda venezolana.Tiendas especializadas en venta de
artículos religiosos en Caracas ofrecen
la imagen de Chávez hecha en yeso de
cuerpo completo, en busto mediano y
en busto pequeño a precios que varían,
según el tamaño, de 950 bolívares
(150 dólares) a 80 bolívares (13
dólares).
El pequeño “es el que se vende más”,
según una vendedora de la tienda El
Cristo II identificada solo como
Yusmari, un negocio donde se
consiguen todos los tamaños de las
figuras de Chávez, aunque ya tenía
agotadas las imágenes en las que el
gobernante aparece de traje y no de
uniforme militar.
“Se venden bastante”, aseguró.
Al Chávez de cuerpo completo, de 120
centímetros de alto y vestido de
militar, se le puede ver escoltado por
figuras de deidades de la religión
yoruba, originaria de África y esencia
del sincretismo religioso cubano.
Su figura también se encuentra
acompañada por los representantes de
cortes religiosas venezolanas como
María Lionza y los héroes de la
independencia Simón Bolívar y Pedro
Camejo, a los que también se les reza
en el país caribeño.
El empleado de la tienda El Príncipe de
los Arcángeles Albert Madrid dijo a Efe
que empezaron a vender la figura del
mandatario ante la insistencia de los
clientes.
“Lo pedían casi desde que se murió,
desde hace meses”, aseguró a Efe el
vendedor.
Y más allá de las tiendas esotéricas, el
escultor Julio Briceño prepara en un
taller de Caracas entre bustos del líder
que esperan un lugar donde exhibirse
una escultura de tres metros del
gobernante fallecido que aún no se ha
revelado dónde será ubicada.
En julio pasado Briceño se dio a
conocer gracias a una nota publicada
en un periódico venezolano que se hizo
eco del comentario que el artista hizo
en su cuenta en la red social Facebook
sobre la figura que prepara.
“Nieto de la ‘mamavieja’, descendiente
de Maisanta ‘el último hombre a
caballo’, aprendiz de artista y
‘pelotero’, cadete, comandante
sublevado, jefe de Estado y el político
más influyente en la Latinoamérica de
entre siglos”, fue el escrito del artista
recogido y difundido por el diario El
Correo del Orinoco.
Y mientras tanto, casi a diario, el
presidente venezolano, Nicolás
Maduro, a quien Chávez escogió como
su sucesor cuatro meses antes de
morir, insiste en sus discursos en que
el propulsor de la revolución
venezolana fue una suerte de nuevo
Jesús.
El 13 de marzo pasado, con motivo del
anuncio de que el cardenal argentino
Jorge Bergoglio era el nuevo papa,
Maduro, entonces presidente
encargado de Venezuela, dijo que
Chávez que “está frente a Cristo”
debió influir para que se eligiera a un
sumo pontífice suramericano.
“Nosotros sabemos que nuestro
comandante ascendió hacia esas
alturas y está frente a frente a Cristo,
alguna cosa influyó para que se
convoque a un papa suramericano,
alguna mano nueva llegó y Cristo le
dijo ‘bueno llegó la hora de América
del Sur’, así nos parece”, comentó
Maduro.
Al cumplirse cinco meses de su partida,
el 5 de agosto pasado, Maduro
comparó a Chávez con Cristo redentor
y afirmó que el líder, al igual que el
llamado hijo de Dios, “vino a proteger
a los que nada han tenido”.
“Cristo redentor se hizo carne, se hizo
nervio, se hizo verdad en Chávez”, dijo
Maduro desde el Cuartel de la
Montaña en el oeste de Caracas,
donde reposan los restos del
comandante.