Así se mueven los narcos en internet
Los narcos también
son globales. Llevan
al menos 25 años a
la vanguardia de los
usos más
innovadores de la
tecnología. Como los
terroristas de Al-
Qaeda, los
contrabandistas, los
sicarios y los
traficantes de armas,
de órganos y de
seres humanos, los
narcos saben
perfectamente cómo
operar en internet . La llamada deep web , o web profunda –
una parte enorme y creciente de internet,
invisible para los buscadores y sólo
habitable por hackers, agentes de
inteligencia y delincuentes–, es el territorio
de las operaciones ilícitas. Pero en la
superficie cool y pulcra de la web, en la
web comercial que la mayoría de ustedes
utilizan a diario, a veces emergen rastros
del crimen organizado.
La Junta Internacional para el Control de
las Drogas de la ONU (INCB, por su sigla
en inglés, International Narcotics Control
Board) viene advirtiendo desde hace más
de una década sobre la expansión de ese
ecosistema delictivo. Un mercado negro
que, aunque es muy difícil de dimensionar,
hace diez años ya era equivalente al 10 por
ciento del comercio legal en todo el
mundo. Se infiere que su tamaño, medido
en movimientos de dinero, se duplica cada
365 días.
El mes pasado, por ejemplo, el FBI puso
fin a las operaciones de "Silk Road",
quizá uno de los sitios de venta de
drogas por internet más conocidos de
los últimos tiempos. El propietario de "Silk
Road" era Ross William Ulbricht, de 29
años, quien facturó unos 30 millones de
dólares en los últimos dos años. Ulbricht
es uno entre miles. Las plataformas
"Atlantis" y "Sheep Marketplace" son otros
dos emergentes de ese entorno.
La invención de internet contribuyó
significativa y positivamente al desarrollo
de la sociedad. Pero también a la
modernización del narcotráfico, del
terrorismo y del comercio ilegal. Las
organizaciones narco del siglo pasado y los
nuevos delincuentes se benefician de la
Red.
Son cinco los usos centrales que los
narcotraficantes hacen de internet:
1. Comunicación: Les posibilita un uso
anónimo que, en buena parte de los casos,
no deja rastros de ubicación ni identidad.
Encriptan sus comunicaciones y descartan
rápidamente los servicios y herramientas
que usan: se conectan desde lugares
públicos; los correos no se envían, se
guardan en borrador y se leen desde otra
ubicación; las cuentas de correo se
registran con dominios ficticios, aleatorios
y perecederos, y son cerradas después de
menos de una semana de uso (como los
teléfonos celulares, que tienen una vida
útil de, máximo, 7 días).
2. Venta y distribución. La droga se
vende y compra online. Para las
transacciones se utilizan datos robados de
tarjetas de crédito en la superficie de la
web. También Bitcoins y otras monedas
virtuales. La distribución física de la droga
es muy costosa: se realiza en pequeñas
raciones y se monitorean online los
recorridos y las entregas. Los orígenes son
múltiples y móviles. Funciona como una red
descentralizada. Cuando un envío es
desbaratado por autoridades, las rutas, el
origen y los destinos son reprogramados.
La distribución es el eslabón más frágil de
la operación porque siempre deja un rastro
físico.
3. Ostentación de poder. Los narcos más
tradicionales, los que nacieron o se criaron
en el seno de organizaciones criminales
offline, muchas veces tienen rivalidad y
disputas con otros narcos. Es muy
frecuente ver en internet videos y fotos en
los que muestran cómo encierran, torturan
y hasta matan a aliados y familiares de sus
enemigos. Estos mensajes y escenas de la
"narcocultura", a veces, se suben a
populares sitios como Youtube.
4. Identificación de personas y
represalias. Los narcos usan las redes
sociales para identificar a quienes puedan
influir en su contra y ejercer sobre esas
personas el terror. Un ejemplo fatal de
esto ocurrió el 13 de septiembre del 2011
en una autopista cerca del aeropuerto de
Nuevo Laredo, en Tamaulipas, al norte de
México. El cártel de Los Zetas había
torturado, asesinado y colgado a dos
personas (un hombre de 25 años y una
mujer de 28) que habían comentado la
situación local en Twitter. "Esto les va a
pasar a todos los relajes (tuiteros) del
Internet, pónganse vergas (listos) ya los
traigo en corto, atte Z", decía un mensaje
cerca de los cuerpos.
5. Construir el mito. Youtube y otras
plataformas sociales de distribución de
videos están literalmente minadas de
imágenes que glorifican experiencias y
personajes del narcotráfico. Los
"Narcocorridos", por ejemplo, un
subgénero de la música norteña de México,
ya son un clásico en Internet. Como en
muchos lugares están prohibidos en radios
y canales de televisión, la web se convierte
en un lugar sin restricciones para su
distribución. Los narcocorridos volvieron a
ser objeto de polémica hace poco, cuando
en la popular serie Breaking Bad se incluyó
uno protagonizado por Los Cuates De
Sinaloa, mitificando "al gran Heisenberg".